Aire acondicionado y mascotas en el hogar

Es importante saber que las mascotas también se ven afectadas a las altas temperaturas, y tener el aire acondicionado les afecta diferente a ellos que a los humanos. Por ello hay que ser precavidos y tener en cuenta una serie de recomendaciones con el fin de que puedan disfrutarlo sin ningún tipo de problemas.

Es importante saber que las mascotas también se ven afectadas a las altas temperaturas, y tener el aire acondicionado les afecta diferente a ellos que a los humanos. Por ello hay que ser precavidos y tener en cuenta una serie de recomendaciones con el fin de que puedan disfrutarlo sin ningún tipo de problemas.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los perros y los gatos, tienen el hocico siempre húmedo y frío, un indicativo de buena salud. Con esto, ellos se refrigeran gracias a los lengüetazos. Este método no es suficiente para enfriarse por lo que debemos usar el aire acondicionado para mantener el control sobre su temperatura.

Recomendaciones para animales y aire acondicionado

La temperatura ideal para tener en nuestro hogares con animales oscila entre los 19 y 24 grados; una temperatura idónea tanto para humanos como para mascotas. Para asegurarte de que ese rango es idóneo para tu mascota, te recomendamos que visites a tu veterinario y te asegure que temperatura es idónea, ya que dependerá del modo de vida, edad y raza de la mascota.

Una forma para comprobar que nuestra mascota necesita que se encienda el aire es si medorea por el aparato de aire acondicionado aunque este no esté encendido. Y si se acercan a las ventanas buscando el sol, es un indicativo de que el aire desprende demasiado frío.

A grandes rasgos, los gatos resisten más el calor en primavera y verano que los perros, ya que tienen una piel que se adapta más a las altas temperaturas.

Falsos mitos

Uno de los falsos mitos que solemos escuchar es que las mascotas no necesitan aire acondicionado, sin embargo esto es falso ya que como su propio nombre dice, son domésticos y han dejado su instinto de supervivencia atrás para cambiar sus hábitos a una vivienda.