¿Qué pasa si tu radiador gotea?

Seguramente que todos nos hemos encontrado mientras caminábamos por la calle en plena ola de calor, diferentes rastros de agua goteando desde los diferentes pisos de un bloque.

Seguramente que todos nos hemos encontrado mientras caminábamos por la calle en plena ola de calor, diferentes rastros de agua goteando desde los diferentes pisos de un bloque. Se trata de uno de los problemas más habituales en los equipos de aire acondicionado.

Sus causas pueden ser tan diversas como sus soluciones que, aunque generalmente requieren la intervención de un técnico, son muy sencillas y asequibles.
Primero debemos verificar que el problema dura varios días para confirmar que es del aparato ya que puede deberse a una humedad muy alta que el compresor no puede admitir. Suele suceder con temperaturas excesivas o ventanas abiertas.

Otra opción es la de los filtros. Si se encuentran sucios y en condiciones de alta humedad o ventanas abiertas, el equipo se vea muy sobrecargado y acabará por gotear.

La falta de gas también puede producir que puede llegar a conseguir que el aire se congele y por lo tanto arroje dentro el agua.
Y no podíamos olvidarnos de una causa muy habitual: el deposito está lleno. En ocasiones el tubo de desagüe entra dentro del recipiente que destinamos al agua llegando a quedarse sumergido dentro y arrojando el agua por la unidad interior.

A continuación os daremos una serie de consejos para evitar que goteé tu radiador:

  • El primer paso es localizar el origen o, si hubiera más de uno, los puntos donde se generan las fugas de pérdida de agua en el radiador. En la mayoría de las ocasiones, por lógica, la posible fuga se encontrará en las juntas del radiador o en sus tapones.
  • Una vez localizada la avería a reparar, antes de empezar con la reparación, es muy recomendable desconectar la caldera, vaciar todo el circuito y a continuación cerrar la llave del radiador.
  • A continuación debes limpiar la zona afectada y lijarla para retirar todas las posibles impurezas.
  • Comprar masilla reparadora, de secado rápido, para aplicar directamente sobre la superficie que se ha deteriorado. Existe un tipo de masilla especial capaz de soportar temperaturas de hasta 80 grados centígrados, la temperatura por los que circula el agua del radiador.
  • Al cortar la suficiente masilla para recubrir toda la zona afectada, es importante aglutinarla hasta lograr una masa moldeable y uniforme.
  • Aplicar la masilla sobre cada una de las fisuras localizadas, apretando con fuerza para conseguir la mayor adherencia posible.
  • Después de aplicar la masilla reparadora, deja que se seque. Espera el tiempo que haya recomendado el fabricante, para darle tiempo al producto de endurecerse lo suficiente.
    Una vez endurecida la masilla, es recomendable lijar el área ya reparada para conseguir una superficie lo más homogénea posible.
  • Para reforzar la reparación, es conveniente aplicar un esmalte resistente al calor para evitar, en la medida de lo posible, que la avería pueda volver a reproducirse en el futuro.
    Una vez reparada la avería del radiador, puedes volver a abrir las llaves de paso. Si fuera necesario, recomendamos realizar un purgado para que el radiador vuelve a funcionar correctamente.
  • Una última recomendación es, al volver a conectar la caldera para la calefacción, debes asegurarte que la presión se encuentra entre los intervalos límite recomendamos por su fabricante. Es por tu seguridad y para preservar la integridad de la instalación.
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